CASA MORADUIX

Este proyecto actúa sobre una vivienda unifamiliar aislada que fue proyectada originalmente en 1977 como segunda residencia de verano, en una urbanización próxima al mar (bahía de Alcudia) en la zona noreste de la isla de Mallorca.

La parcela, originalmente, se encontraba en una zona de pinar y garriga, con fuerte presencia de la vegetación autóctona de la zona, pinos, matas, acebuches, palmitos y algún que otro tamarindo.

La edificación existente colocada sobre el eje norte-sur, presentaba una forma de L con la presencia de zonas parchadas colocadas estratégicamente en la fachada de levante y poniente. Se trata de una edificación residencial con un carácter mediterráneo muy marcado y con un juego de cubiertas inclinadas a diferentes aguas propias de la época de construcción.

En ella se podía distinguir una fuerte zonificación de área de noche y área de día en el interior, pero toda ella con incidencia directa en las fachadas, igual que una fuerte carencia en sus cerramientos y carpinterías en cuanto al aislamiento térmico

En la nueva reforma integral se ha optado por mantener la mayoría de los elementos estructurales verticales (muros de carga) en la zona reformada y completar estos en la ampliación manteniendo el esquema formal original, potenciando la ventilación mediante las corrientes marinas predominantes (norte sur en invierno i este-oeste en verano), para conseguir una óptima ventilación natural cruzada beneficiada por la correcta orientación en la parcela de la construcción originaria y potenciada con una nueva piel a modo de aislamiento térmico.

El esquema original con un volumen principal a un agua con estructura original de vigas de madera y bovedillas cerámicas autóctonas, situado en la vertiente sur, ha sido el punto de partida junto con la ampliación de este para ubicar un espacio unitario abierto que engloba la vida y corazón de la nueva vivienda con la zona de entrada, estar, cocina y comedor, que vertebra toda la casa tanto interior como exteriormente. Este espacio se prolonga al exterior con una zona pergolada que conduce a la nueva piscina. La predominancia de este volumen principal, las zonas porchadas y pergoladas ha sido el origen del nuevo juego volumétrico de cubiertas inclinadas a modo de impluvio.

El resto de estancias tanto exteriores como interiores se han redistribuido, ubicando las zonas de servicio en la antigua cocina y manteniendo los dormitorios dobles con pequeñas modificaciones en sus dimensiones y volumen, fruto del nuevo juego de cubiertas, para su mejor integración con el conjunto y el paisaje, como un mejor aprovechamiento de las vertientes a sur para la ubicación de energías renovables solares.

En definitiva se ha intentado recuperar el carácter mediterráneo y flexible de las construcciones residenciales, con un nuevo juego volumétrico atractivo y contemporáneo , en el cual se recuperan los materiales originales (piedra de marés) a modo de recordatorio de las construcciones próximas al mar con zonas de celosías, pérgolas ajardinadas, para crear constantemente juegos se sombras y luces como también junto con la recuperación de las especies vegetales autóctonas mediterráneas del jardín, crear unas ventilaciones eficientes, aromáticas y reguladoras del microclima original de las zonas de pinar y garriga próximas al mar.